sábado, 1 de octubre de 2011

EL TERREMOTO DE VALDIVIA

 Si bien es cierto que no sólo Valdivia fue afectada por el famoso terremoto de 1960, es la ciudad donde se registró aquella tristemente célebre intensidad record de XI a XII en Escala de Mercalli y 9,5 en Escala Richter. Simplemente el mayor movimiento telúrico jamás registrado.
El terremoto ocurrió el 22 de mayo de 1960 a las 15,11 horas (19,11 GMT) y fue percibido en todo el cono sur de América.
El epicentro se localizó a 39.5° de Latitud Sur y a 74.5° de Longitud Oeste
El hipocentro se ubicó a 60 kms de profundidad.

2.000 personas murieron (4.000 a 5.000 en toda la región), 3.000 resultaron heridas. 2.000.000 perdieron su hogar.
  Los ríos cambiaron su curso. Nuevos lagos nacieron. Las montañas se movieron. La geografía, como nunca se había visto, se modificó marcadamente.
En los minutos posteriores un Tsunami arrasó lo poco que quedaba en pie.
El mar se recogió por algunos minutos y luego una gran ola se levantó destruyendo a su paso casas, animales, puentes, botes y, por supuesto, muchas vidas humanas.

Algunas naves fueron a quedar a kilómetros del mar, río arriba.
Como consecuencia del sismo, se originaron tsunamis que arrasaron las costas de Japón (138 muertes y daños por U$ 50 millones), Hawaii (61 muertes y U$75 millones en daños), Filipinas (32 muertes y desaparecimientos). La Costa Oeste de Estados Unidos también registró un tsunami que provocó daños por más de U$ 480.000.







 





DESCRIPCIÓN DE LA CATÁSTROFE

La triple catástrofe del 21 y 22 de mayo de 1960 - dos terremotos y un maremoto que asolaron trece de las entonces 25 provincias del país, dejaron una profunda huella en el espíritu de la población y deterioraron gravemente la economía de la nación. En pocos minutos se perdieron centenares de vidas y fue arrasada la infraestructura chilena, parte del territorio se hundió en el mar, aparecieron nuevas islas y otras fueron borradas por el tsunami. Tres derrumbes de tierra bloquearon el desagüe natural del Lago Riñihue hacia el Río San Pedro amenazando con asolar los pueblos ribereños y la parte baja de Valdivia. En dos meses un contingente encabezado por el Ingeniero Raúl Sáez Sáez logró evitar la tragedia (ver La Epopeya del Riñihue).
A las seis de la madrugada con dos minutos del 21 de mayo, gran parte del país, desde el Norte Chico hasta Llanquihue, fue despertado por un brusco movimiento sísmico. Las comunicaciones de Santiago al sur quedaron abruptamente interrumpidas. Los primeros boletines se conocieron a través del periodista Enrique Folch (conocido como "El Repórter X"), quien a través de Radio del Pacífico informó sobre comunicaciones captadas de radioaficionados de Coronel, Chillán, Concepción, Angol, Talcahuano y otros pueblos del sur chileno, relativas al desastre. El presidente Jorge Alessandri, quien había hecho ya un estreno catastrófico el día de su elección al registrarse el Terremoto de las Melosas en 1958, debió suspender el tradicional Mensaje ante el Congreso así como las celebraciones del Combate Naval de Iquique de 1879 preparados para ese día. Además llovió intensamente toda esa jornada en el sur de Chile.
Cuando ya se había iniciado una cadena de información y solidaridad, en una relativa calma, el día domingo 22 de mayo a las tres de la tarde con diez minutos un nuevo y más intenso terremoto se dejó sentir en la zona sur, especialmente en Valdivia.











Estrictamente hablando, en Chile hubo 9 terremotos entre el 21 de Mayo y el 6 de Junio de 1960
(informe del subdirector del Instituto de Sismología de la Universidad de Chile Edgar Kausel):



* Se refiere a la Escala Richter Standard (Ms), reportada entonces por la Universidad de Georgetown y el Boston
College de EE.UU. , y los observatorios Villa Ortúzar de Buenos Aires e Instituto Geofísico Los Andes de Bogotá.
Actualmente se usa una modificación que considera la geometría de la falla y el momento sísmico (Mw),
que le asigna al Terremoto de Valdivia un valor de 9.6.




CIUDADES Y PUEBLOS MÁS AFECTADOS

           De norte a sur, los primeros daños importantes fueron detectados en
Talca, donde la carretera longitudinal se hundió cerca de un metro en un tramo de 50 metros al norte del cruce con el río Maule.
En
Constitución la Escuela Vocacional fue seriamente dañada, debiendo suspenderse las clases.
En
Parral hubo dos muertos y se derrumbó el edificio de la Policía de Investigaciones.
Quirihue y San Carlos resultaron con varias viviendas destruidas (Registro Civil y Compañía de Teléfonos en este último).
Los retenes de Carabineros de Ñiquén y Tanilboro fueron destruidos.
En
Chillán murieron cinco personas y el 20 por ciento de sus edificios registró daños considerables. Era el punto más austral del país que mantenía comunicaciones normales con Santiago.
En
Yungay pereció una persona y cayeron varios edificios.
En
Tomé hubo 5 muertes y numerosas viviendas destruidas, tanto por el terremoto como por el tsunami registrado el día 22 de mayo.
En
Dichato hubo dos muertos y el barco pesquero Ube varó cerca de la playa.
En
Talcahuano perecieron diez personas y se dañó gravemente el 65% de las viviendas (había entonces un total de 13.000), quedando otro 25% en condiciones inhabitables. Horas de terror se vivieron cuando la tarde del 22 se registró un tsunami que hizo subir el nivel de la playa en tres metros, debiendo evacuarse la población Rocuant Morro. Los edificios de La Aduana, el teatro, la Clínica Talcahuano, la Gobernación y varias casas comerciales debieron ser, entre otros, posteriormente demolidos. 




           En
Concepción se estimó en 125 los muertos y 300 los heridos. No hubo suministro normal de agua potable durante cinco días, así como de servicios telegráficos, telefónicos y de electricidad. Más de 2.000 viviendas resultaron destruidas, especialmente en la zona vecina a Talcahuano, habitada por gente de menores recursos. El puente sobre el río Bio Bio se destruyó en tres partes, especialmente en la zona aledaña a Concepción, donde se derrumbó un tramo de 45 metros. Los edificios de los diarios La Patria y El Sur, así como de la Casa Correccional Buen Pastor, convento de las Monjas Sacramentinas, Liceo de Niñas, etc., sufrieron daños y víctimas considerables. La vía férrea entre Concepción y San Rosendo se interrumpió a la altura de Talcamávida. La usina de Huachipato estuvo a punto de sufrir daños irreparables al suspenderse la energía eléctrica y comenzar a enfriarse la mezcla en su interior (habrían tenido que dinamitarla).
En
Lota hubo 18 muertos y 30 heridos. Los minerales de carbón fueron peligrosamente inundados por los derrumbes en su interior.
Coronel registró tres muertos y destrucción del 50% de sus casas.
Los Angeles sufrió daños en el 70% de sus viviendas y en la mayoría de sus edificios públicos. Curiosamente la mayoría de las fachadas permanecieron indemnes.
En
Curanilahue hubo un fallecido.
En
Lebu murieron nueve personas y hubo daños importantes, especialmente en la mina La Victoria de Lebu.
En
Angol se dañó el 82% de las viviendas y 6.000 personas perdieron sus hogares. Hubo tres muertos. La Escuela Normal, Liceo de Niñas, Casa Hogar e Instituto Comercial sufrieron enormes daños. El cementerio prácticamente se derrumbó, dejando a la vista los esqueletos y cadáveres de sus nichos (fui testigo directo del hecho). La Cárcel y la Intendencia fueron también seriamente dañadas.
Los Sauces,
Victoria, Traiguén y Collipulli sufrieron daños de considerable magnitud. En esta última localidad el Viaducto del Malleco fue dañado interrumpiéndose por varias semanas el tránsito de trenes.
Carahue sufrió la destrucción del 40% de sus viviendas.
Temuco no registró víctimas fatales, pero si siete heridos y enormes daños en las carreteras de acceso a Pucón y ciudades vecinas. Hubo interrupción de servicios eléctricos y de comunicaciones por varios días. 









         El lago Villarrica se desbordó inundando las casas aledañas a sus riberas.
El pequeño pueblito indígena
Peihueco, al interior de la provincia de Cautín, fue virtualmente sepultado por un alud de tierra registrándose la dramática muerte de 300 de sus habitantes y desapareciendo otros 50.
Toltén, Puerto Saavedra y Queule, situados en zonas bajas en la costa de Cautín, no registraron muchos daños por el terremoto mismo. El tsunami posterior, sin embargo, los asoló sin piedad. Puerto Saavedra fue borrada de la faz de la tierra. Sus casas fueron arrastradas por el mar más de dos kilómetros tierra adentro. Sólo una casa resistió la embestida. Su población, a la sazón de 2.500 habitantes, alcanzó a correr hacia tierras altas, alertada por la sirena de bomberos, que aulló incesantemente, huyendo de tres olas gigantes sucesivas que destruyeron todo a su paso. Cincuenta de ellos, sin embargo, perecieron en el lugar. Toltén y Queule no corrieron mejor suerte y también fueron asoladas por las olas.
Valdivia, sitio del epicentro, quedó a oscuras. Se reportaron quince muertos y cien heridos. El 40% de las casas fue destruído. El desborde del río Calle Calle inundó centenares de casas y el centro comercial quedó parcialmente destruido. La Isla Teja y los barrios Collico y Las Animas debieron ser evacuados.La avenida Costanera fue anegada por el río y casi todos los puentes resultaron inutilizables. La torre del Cuerpo de Bomberos y el Hospital de la ciudad quedaron también inoperables. Alrededor de 20.000 personas perdieron su hogar.
Otro pueblo que sufrió las graves consecuencias del maremoto fue
Corral, donde lamentablemente sus habitantes no alcanzaron a ponerse a salvo y fueron llevados por el mar junto a sus casas y animales. Poblaciones completas, como la de pescadores de la Caleta San Carlos, fueron arrasadas por las olas registrándose centenares de muertos y desaparecidos. En esta zona, que es una bahía en la cual desemboca el río Valdivia en el océano Pacífico, varias naves se encontraban fondeadas en sus puertos. Entre éstas estaban el barco "Carlos Haverbeck", el vapor de pasajeros "Prat", los remolcadores "Pacífico" y "Chanchorro", "El Canelo", el vapor "Santiago" y el buque de dragado "Covadonga". Los cuatro primeros se hundieron. "El Canelo" varó en un brazo del río Valdivia y el "Santiago" lo hizo frente a Niebla. La "Covadonga" arrasó una escuela y varias casas y quedó en el río Putimay. Un voluntario del Cuerpo de Bomberos de Corral, que estaba haciendo sonar la sirena para advertir a la población del maremoto que se avecinaba, fue arrastrado mar adentro aferrado a una tabla, logrando ser rescatado al día siguiente a varios kilómetros del lugar.




Lauris Sterns nos informa que ella fue testigo presencial y señala que la Isla Teja no quedó totalmente aislada, que la torre del Cuerpo de Bomberos resultó destruida, que lo que hacían sonar era una campana y no una sirena y que los puentes quedaron inoperables por vehículos, pero se podía transitar a pie. Señala además que un remolcador (no sabe su nombre, pero puede que sea uno de los mencionados en la pagina), en Corral fue levantado por la ola del maremoto y depositado, tierra adentro, detras de los edificios de los Altos Hornos, una refineria de acero en Corral.
Los Morros, San Carlos, Amargos, Camino Amargos, Corral Bajo, La Aguada, San Juan, Ensenada, Niebla y Los Molinos prácticamente desaparecieron. En
Mehuín sólo una casa resistió el embate, pero treinta de sus habitantes murieron o desaparecieron.
En
La Unión hubo un herido y un desaparecido. Uno de sus molinos se derrumbó, al igual que la Municipalidad, maestranza, tiendas y bodegas de frutos. Osorno sufrió la destrucción de cincuenta casas y hubo ocho muertes, muchos de ellos niños que asistían a la función de la tarde del teatro de la ciudad. Su Catedral, Iglesia Alemana y Banco del Estado fueron seriamente dañados. Bahía Mansa, Pucatrihue, Maicolpué y Choro Traiguén prácticamente desaparecieron.
Río Negro y Purranque debieron lamentar la destrucción de sus principales edificios (molinos, hospital, hoteles y varias tiendas y casas).
Frutillar, Llanquihue y Puerto Varas sufrieron pocos daños con el terremoto, aunque en esta última hubo ocho muertos. Peulla lamentó dieciocho víctimas fatales y grandes daños.Los caminos de acceso se interrumpieron en varios puntos.
En
Puerto Montt se registraron treinta muertos y cientotreinta heridos. El 90% de sus viviendas fueron destruidas ya sea por el terremoto, los incendios posteriores (como fue el caso de la Comisaría) o por el tsunami (edificios portuarios, eduana y viviendas costeras). El muelle de la caleta Angelmó desapareció al igual que gran parte de su recién inaugurada población Modelo.
Ancud no corrió mejor suerte, sumándose a las calamidades mencionadas la acción de una incesante lluvia. El oleje llegó hasta la Plaza de Armas y las poblaciones Pudeto, La Arena y El Castillo fueron arrasadas. Muchos pescadores intentaron huir mar adentro en sus propios botes o en la lancha de Carabineros "Gloria", pero fueron sorprendidos por el tsunami, el que hundió la lancha con treinta personas a bordo, y alrededor de nueve botes con sus respectivas familias.
Castro sufrió una suerte similar, con los edificios más antiguos arrasados por el terremoto del 22 de mayo, su centro cívico consumido por los incendios subsecuentes y sus edificaciones portuarias barridas por el maremoto.
Lo que ocurrió en el Lago Riñihue, por sus características espectaculares, requiere una
página especial.


















 

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